Escribe Gabriel Rimachi Sialer.
Este libro de casi 300 páginas, reúne cerca de doscientos textos escritos por Calamaro en los últimos años: relatos de ficción, ensayos y columnas de opinión, reseñas, crónicas, efemérides, letras de canciones (inéditas y también populares), aforismos y pensamientos diversos. En definitiva, un compendio de sus «vueltas por la vida» escrito con la sinceridad y la desnuda profundidad emocional que emanan sus textos. Y Calamaro no se calla nada, y con esa sinceridad que muchas veces lo ha enfrentado con un sector de la sociedad, se puede leer, por ejemplo, en su defensa del consumo de carne y derivados: “…un asunto que no levanta ampollas en la opinión pública es el uso de cosméticos para mejorar la piel, para cuya ciencia no se sacrifican miles sino millones de mamíferos en Europa o donde sea que los laboratorios desarrollan asuntos cosméticos o medicinas de otra índole, incluso aquellas que salvan vidas humanas; solamente vidas que pueden pagar los tratamientos. Porque el gran crimen del que somos cómplices es la desigualdad y los más masivos asesinatos son el hambre y la guerra. Mucho menos despreciable es el fraude de ternura que supone adoptar mamíferos y castrarlos para que se adapten a nuestra vida sedentaria en apartamentos y hacerlos orinar una vez por día”.
Pero además este libro es una invitación a descubrir el proceso de formación que, como artista, recibió de niño, cuando su padre, el escritor Eduardo Calamaro, conversaba con el poeta Alberto Girri mientras veían ensayar a Les Luthiers en la sala de su casa. Tal vez sea esta la razón de su contínua y fecunda producción musical y de composición, donde la exploración es una de sus marcas más distintivas (de las letra de Los abuelos de la nada a Los Rodríguez o a la producción del disco El Salmón, por ejemplo).
Calamaro, que nace en Buenos Aires en 1961, debuta con la banda Raíces en 1978, y en los años ochenta sale a la luz con Los Abuelos de la Nada. Su trilogía “Alta Suciedad”, “Honestidad Brutal” y “El Salmón” son una prueba de grandes momentos creativos (Bob Dylan dijo que Calamaro era “el rey del ritmo”) cuyas motivaciones pueden los fans descubrir en este libro lleno de historia, de pasión, y rock. Porque las verdaderas estrellas del rock viven al límite, como escribió acertadamente Rodolfo Palacios: “En “Paracaídas & viajes” viajamos con Calamaro por los barrios marginales y el dulce infierno de las sustancias, las giras, los viajes por el mundo ida y vuelta, la ficción existencialista, la defensa del arte para corazones fuertes y una bien disimulada nostalgia”. Recomendado.