EL LIDERAZGO PARADIGMA DE LA DEMOCRACIA POST COVID-19

Este libro de once capítulos describe el escenario preocupante y desolador en deja a la humanidad el impacto desgarrador de la pandemia del coronavirus en la vida de las familias, mientras el liderazgo político se comporta como producto de marketing solamente interesado solo en el posicionamiento electoral.

¿Hasta qué punto la ecología emocional del ser humano queda lacerada?

¿Qué porcentaje de la población cambió su estado emocional de optimista y emprendedor a pesimista, conformista o fatalista?

¿Cómo podemos estimular a las personas para que recobren espíritu emprendedor y se revistan de fe, esperanza, optimismo, visión, misión y energías para comenzar de nuevo?

El liderazgo como guía del presente y orientador del futuro, debe hacer más para que los seres humanos encuentren un punto racional y emocional de equilibrio.

Urge un liderazgo más eficaz que asuma riesgo, aunque tenga que ir al terreno de lo desconocido. Un liderazgo que se rete, asimismo, se reinvente y se rediseñe en busca de un máximo potencial para aportar al desarrollo y bienestar de su pueblo.

La crisis por impacto del COVID-19 representa un punto de inflexión, es un punto de donde debemos comenzar para mejorar sociedad, economía y política del presente con la mirada puesta en el futuro que aspiramos a tener.

El liderazgo paradigma de la era post covid19 no existe aún, y, debe ser estimulado para que surja a la brevedad posible. Es misión del nuevo liderazgo explicar la crisis del coronavirus y arrojar luz para la recuperación económica y social. Este texto, es un aporte elemental en busca del perfil, naturaleza y estructura de ese liderazgo ideal.

Los forjadores de la democracia concibieron un sistema político con meta proyectada hacia el futuro, siempre incompleto, sustentando en una filosofía de participar para mejorar. El sueño democrático fue ambicioso y ahora se convierte en un problema grande para la partidocracia que es juzgada por una ciudadanía que le acusa de haberle robado algo que no ha existido y que nunca han tenido.

Hasta ahora lo que hizo atractiva a la política es el rol de intermediación que tienen los líderes con la sociedad. La legitimidad de esa intermediación ha desaparecido por la interconexión en las redes sociales. El liderazgo político que tenemos no se formó ni se preparó para ser observado en los niveles que se está dando.

La sociedad de la observación se proyecta que seguirá tomando empuje debido a los grandes saltos que vienen en las tecnologías de la información y el conocimiento. Por eso,

muchos líderes no querrán seguir y otros que tenían el propósito de llegar, desistirán.

Tenemos el reto de formar liderazgos que puedan guiar por buenos caminos a los pueblos en los tiempos de indignación que nos esperan.

¿Quiénes están dispuestos?

Enhorabuena.

Contacto: ramirezmmarketingpolitico@gmail.com